Crónicas de Gatobonzo

sábado, agosto 20, 2005

Familia, amigos y demás especies

De los pies a la cabeza (pasando por los santos cojones, como es lógico), todos somos humanos, es decir, somos homo sapiens sapiens.

Entre las características de los seres humanos se encuentra la de la necesidad de tener comportamientos sociales, incluyendo los que conducen al apareamiento (a ser posible sin fines reproductivos).

Cualquiera que niegue participar de lo anterior bien miente, o está psicológicamente desequilibrado.

La forma en la que materializamos estos comportamientos sociales es amplia, existiendo una gradación en la intensidad de las relaciones. La mayoría distingue familia lejana de cercana, familia de amigos, amigos de conocidos, conocidos de compañeros de trabajo, etc...

Este curioso sistema de “castas” nos sirve para determinar la cuota de nuestro tiempo libre que debemos dedicar a cada uno de ellos. Los primeros, la familia, no hay casi riesgo de perderlos pero, dado que son “inextirpables”, puede resultar insufrible tener que verles una vez que están ofendidos.

En el caso de los amigos los hay de muchos tipos. Los que “son tus amigos”, de los que “tú eres su amigo”, de los que “sois amigos”, etc...

La telepatía y la adivinación son dos facultades imprescindibles en toda relación. Yo aún sigo buscando cursos en CCC sobre estás artes, sin haber logrado nada. Desde que le cerraron por fraude las líneas 900 a Ana Blanco (la mama del de la perilla de UPA Dance), mis relaciones de amistad ya no son lo mismo.

Todos tenemos nuestros problemas y, para cada uno, los suyos son los más importantes. Pero, ¿cómo puede alguien molestarse porque no le has llamado “cuando estaba tan mal”, si no lo sabías? Pues puede, puede, y de hecho lo hacen.

La peor parte es la de la primera llamada después de una larga temporada de silencio. Ahí esta toda la ristra de frases tipo “Pues ayer me acordé de ti”, o “Llevo tiempo pensando en llamarte, pero siempre me acuerdo cuando ya debes estar acostado”.

La otra frase memorable es la de “¡Ya era hora!”, ante la cual dan ganas de colgar y, una vez colgado, responder “Eso mismo pienso yo”. Pero no, no colgamos. En su lugar buscamos alguna frase más original para responder y salvar la relación.

¿Quién marca el tempo en las llamadas telefónicas? ¿Y el lugar donde quedar? ¿Qué fuero especial tienen algunos para no moverse de sus barrios?

En conclusión, lo único que nos mantiene unidos a algunas personas es el cariño que sentimos por ellos. Porque la mayoría somos vagos para movernos, vagos para llamar por teléfono, no nos gustan los bares, nos creemos “especiales” o “raros”, cuando en realidad lo que somos es “maniáticos” y estamos “quemados" y, de media y habitualmente, somo bastante aburridos para los demás.

martes, agosto 16, 2005

El "merchandaising" de la Iglesia

Parece que al Papa "Beredicto", "Razin" para los amigos, le preocupa que retiren su "merchandaising".(ver

Según indicó, y cito textualmente: "donde desaparece Dios, el hombre no se hace más grande sino que pierde la dignidad: sólo si Dios es grande, el hombre es grande". "Es importante que Dios esté visible en los edificios públicos y en las casas y que esté presente en la vida a través del signo de la cruz".

Traduzco lo anterior, para que todos podamos entendernos: "Donde no está visible la Iglesia Católica, pierde su influencia". "Para mantenernos al mando es imprescindible que estemos representados en todos los foros".

En sintonía con esto está el temor de la Iglesia al desaparecer la obligatoriedad de cursar la asignatura de religión. ¿Donde van a adoctrinar a sus futuros fieles? ¿Cómo van a conseguir convencer a un adulto ya formado de que les siga?

Espero que, por salud mental, la religión se convierta en el próximo siglo en lo que siempre debió ser, un refugio espiritual, además de un ente que persiga la felicidad de las personas, basándose en un principio de respeto mutuo y de apoyo.

Cierro este artículo con un direte popular: "Si los curas comiesen cantos del río, no estarían tan gordos los muy jodidos".

lunes, agosto 08, 2005

Por las mañanas tengo un factor de X3

¿Por qué tardo el triple en escoger la ropa por la mañana que si la dejo escogida por la noche, si tengo el mismo número de miembros siempre (obviemos el detalle de los despertares)?

¿Por qué tardo el triple en afeitarme si la superficie es la misma?

La explicación es el factor "por tres". Es una característica que tengo activa durante las primeras horas de la mañana, hasta que me drogo de café.

Estoy pensando en diseñar un método de investigación para poder determinar con precisión si es un X3 o si es X2, o si es decimal. Es más, se podría llegar a emplear con otras personas. Llegado el caso sería posible incluirlo en los perfiles de internet, igual que se pone la edad o el sexo, pero como "factor matutino".

Habrá que pensar en ello este verano.

martes, agosto 02, 2005

No me gustan las vacaciones

He de reconocer que el verano no es mi época favorita. Las Navidades tampoco me gustan. Si lo pienso bien, también le tengo bastante manía a la Semana Santa.

¿Será que soy un sociópata? Tendré que hacer que me lo miren.

La verdad, lo que yo quiero es ser rico y tener tiempo libre mientras que el resto del mundo está en el trabajo, dejando libres los cines, las tiendas, las calles...

Que nadie me malinterprete. No es que quiera que los demás trabajen y yo me dedique a holgar. Simplemente es que creo que somos demasiados para tan pocos metros cuadrados (seguro que el "Foso" de la Familia no piensa igual).

Sobre mi manía contra las festividades, creo que puedo explicarla en parte.

NAVIDAD

Lo de la Navidad se aclara sólo con visitar la calle Preciados una tarde de sábado. Tres palabras lo describen: baño de multitudes. Entre empujones, carteristas, villancicos "perpetrados" con acordeón y tres capas de ropa, no tengo palabras para expresar mi disfrute.


SEMANA SANTA

Cuando iba al cole sí que era una fiesta. Ahora simplemente son dos días antes de un fin de semana que suponen que, la semana anterior tienes que adelantar trabajo por todo lo que se va a perder. Un fraude. Me siento estafado, francamente.

Además, está esa fea costrumbre de cortar las calles para pasear figuras semidesnudas de cuerpos ensangrentados, que me parece de tan mal gusto. El "gore" se lleva, lo sé.

VERANO

Empezamos con la jornada intensiva, de 8 a 3. ¡Fantástico! ¡Toda la tarde libre! Pero esto es una trampa, partiendo de que para llegar a las 8 hay que madrugar una media hora más. Entre levantarse a las 7 o levantarse a las 6 y media, creedme, hay una gran diferencia. De igual modo, habría que acostarse antes, cosa que nadie hace. Es más, nos acostamos más tarde. En suma, perdemos entre 1 y 2 horas de sueño, con los que nos quedamos con unas 6 miserables horas de descanso.

En este lamentable estado, y con un "jueño" que no te lames, llegas al trabajo por la mañana. Te tomás un café, arrancas y, a eso de las 12 se te habre un cráter en el estómago. Te comes un pincho y aguantas hasta la 1, pero el cráter rebrota, y es lógico. Si solemos comer a eso de las 2, ¿cómo coño se va a acostumbrar el cuerpo a comer a las 5?

Llevo un mes "merendando" garbanzos, porque comer a las 4 y pico no es normal, y todo para reducir la jornada en una hora.

Yo prefiero comer a la 1 con mis compañeros, reirme un rato, desconectar un rato y volver luego al "tajo". La hora extra que trabajamos el resto del año para tener estos dos meses de intensiva, francamente, prefiero que me los repartan y me recorten jornada. Más aún cuando la mitad la pasamos de vacaciones, con lo que ni los disfrutamos.

¿Alguien más es de la opinión?

Aún no he terminado de quejarme del verano. Otras dos cosas que me cansan son el calor y los viajes. Lo del calor, porque no te deja dormir bien. Lo de los viajes, por lo mismo. ¿Cuántos lugares hay que visitar para justificar el haber tenido unas vacaciones "satisfactorias"?

En resumen, el verano tiene un "pre" y un "post". El "pre" te lo pasas buscando donde ir al mejor precio. El "post" se resume en el bajonazo moral y económico.

He decidido que estas vacaciones, en lugar de escoger si playa o montaña, me las tomo de cines y restaurantes... y taxis que tampoco falten.