Crónicas de Gatobonzo

sábado, noviembre 25, 2006

No me gusta el turismo.


No me gusta el turismo. Me gustaría viajar. Es decir, visitar lugares en los que habitualmente no estoy, con tiempo suficiente como para conocer algo de sus costumbres y cultura, y visitar esos escasos lugares realmente interesantes que hay en la zona.

Actualmente se lleva mucho el turismo: pasar cuatro días en Londres. En el mejor de los casos, entre vuelo ida y vuelta, llegada y salida al hotel, la escapada se queda en 2 días completos. El tiempo justo para ver un museo y poder decir que te has tomado un café en Trafalgar Square.

No suena mal, la verdad, pero me parece desproporcionado el desembolso por el placer de un café en una cafetería de Londres, por muy británica que sea. Porque hay que reconocer que son muy pocos los que verdaderamente se preparan los viajes. Es decir, plantear una ruta viendo lugares de interés, eso sí, en una mañana o tarde cada uno. Luego se traen tres gigas de fotos, para poder ver los sitios por los que pasaron a la carrera. Eso sí, podrán decir “yo estuve allí”. Prueba de ello son esas horribles fotos de estilo de “Ella en la puerta del el Museo del L'Oeuvre”, o “Yo frente al Big Ben”.

No es que tenga nada en contra de las “foto de vacaciones”, pero sí lo tengo contra el mal gusto. Cuando sistemáticamente alguien decide que él, ella, ellos, deben salir en “todas” las fotos de “todos” los lugares que visitan… Francamente, podéis llamarme integrista, pero creo que eso es la definición de mal gusto.

Volviendo al motivo de este “post-protesta”, de lo que yo me quejo es de que viajar, visitar lugares, es muy caro y requiere mucho tiempo y cierto conocimiento del lugar a visitar. Y esto sólo lo hace una minoría. Hacerlo de otro modo es meramente dormir, comer y pasear como un baúl por París, Ámsterdam, Roma, Cancún, o cualquier otro lugar al que se vaya.

Hoy en día queda muy mal decir que no te gusta viajar, casi tan mal como decir que llegas a fin de mes.

Lo enriquecedor es conocer a otras personas, otras formas de pensar, otras culturas, sin importar el modo.

El turismo da ocio. Viajar da cultura. El ocio nos hace estar más relajados. La cultura nos hace mejores personas.

miércoles, noviembre 08, 2006

Hoy es nuestro aniversario.




Son sólo dos añitos juntos, pero hoy celebro aniversario.



Como era de esperar, somos una pareja de fábula: él es un oso y yo un gato. Así tenemos la casa de llena de pelos, claro. Todo el sofá y las alfombras.

Después de todos esas cosas que hemos pasado juntos, todas esas lavadoras, esas pilas de platos por fregar, esas tablas de plancha que pinchan y dan calambre y te alejan para que nunca, nunca las uses, salvo caso extremo de entrevista de trabajo, de tantas y tantas bolsas de compra subidas, después de todo esto, puedo decir que quiero más de esto.

Aunque cada día me siento más pequeñito, más consciente de que somos un numerillo en un DNI con nuestra foto, otro número con 12 o 20 cifras en un banco, y una tarjeta de visita en la empresa, aún así cada día esto me importa menos.

Quizá sea porque hay alguien para quien soy un nombre sin apellidos, porque cuando él oye mi nombre lo primero que le viene a la mente soy yo (a mi me pasa lo mismo con él , conste)

Después de esta subida de glucosa, recomiendo insulina.

Paz (..y sexo, por favor, vasos enteros)