La vida es una tómbola

Pos por el momento no vamos a Frankfurt. Parece que ahora los alemanes se lo quieren hacer solitos.

Al final cada semana toca una "posibilidad", que en el 99% de los casos no se corresponde con la "realidad" de la semana.

A ver con qué me sorprenden para el próximo ciclo. Lo mismo me sale trabajo en Ucrania, para ir a ver algún reactor nuclear rebosante de oportunidades de negocio consultoril.

Si es que nuestros jefes no reparan en gastos con tal de darnos gusto.

¡Y venga! ¡Y duro! ¡Y dale! ¡A la cabeza!

¡Lo que es la rutina!

Hasta mi rabo peludo (recordad que soy un gato) estoy de madrugar every morning.

Deber ser porque no me interesa mucho lo que me toca hacer cada mañana. Quizá, si estuviese investigando una cura contra el cáncer... pues me resultaba algo más estimulante, ¿no?

Pero el mundo de la consultoría medioambiental... Ese gran sacadineros. La de miles de euros que se tiran todos los días en contratar el trabajo de consultores. No es que no seamos buenos profesionales, todo lo contrario. Lo somos. Somos fabricantes de PPT, de DOC y, más recientemente, de PDF. Lo adornamos bajo la denominación de "estrategias para la gestión", o "directrices de mejora", o "estudios de benchmarking". Al final, todo imagen y rollete.

Todas las empresas que se apuntan al rollo de "ponerse verde", lo hacen por motivos económicos, como es habitual hoy en día. La vía económica es la única verdad que mueve inversiones.

Para lograr "arrimar el euro a su sardina", las empresas suelen aparentar más que hacer. Es más barato y más eficaz. Es como lo de ser honesto: cuesta más desmentir que eres un cabrón, que conseguir hacer que otro lo parezca.

En resumen, que estoy muy desencantado de las empresas y de la consultoría. Que me parece que la verdad se esconde en alguna parte, y que si saliese todo a la luz, se desmontaría todo el entramado de mentiras e injusticias que sustenta el actual estado de bienestar económico y social del primer mundo.

Vuelvo sobre lo de siempre: la calidad de vida del primer mundo es a costa de la del tercero. El "segundo", se limita a mirar y dejar hacer.


Sin acritud, conste. Sólo es una toma de contacto con la realidad. Me sigue gustando el vino, así que aún hay esperanza.

Seguiremos opinando.

El gato se va pa Frankfurt.

Domingo por la noche, enciendo el móvil para poner el despertador para el día siguiente y,¡toma!. Mensaje de mi jefa.

Acojone total. Una llamada del trabajo en sábado sólo tiene un color: maaaaaarón.

Procuro con mucho cuidado apagar el móvil "again", y me meto en la piltra.

La preocupación me reconcome, así que muy tempranito me voy para la ofi y le pongo msm y emilio complementario, ambos con la gran mentira de "acabo de escuchar tu mensaje".

A los dos minutos recibo respuesta. Me pregunta que si me mola la idea de irme a trabajar una semana a Frankfurt. No es que sea muy viajero, pero es que es esto o Libia. Y la verdad, prefiero verme rodeado de carne de cerdo. Que yo no tengo nada contra el gorrino.

Así que seguramente me vaya p'allá la próxima semana. Me apretaré unas salchichas con "chucrut" y con su todo. Lo de la cerveza miedo me da. Del medio litro no baja, y yo soy un meón. Aunque cualquiera no lo es. No me extraña que Alemania sea la cuna de las prácticas sadomasoquistas. Si es que con tanta cerveza la lluvia dorara te viene sin poder evitarlo.

En fin, que a ver si sale algo o sólo se queda en proyecto. Por el momento a ponerme como una moto con el inglés esta semana.

English version: I'm getting till the bollocks about companies bussines.

Traducción: Estoy labrándome con mi esfuerzo una prometedor futuro en los negocios (lo de la diarrea y la úlcera es una elipsis).

Habéis visto lo que he prosperado con las lenguas.

Cagaito que estoy. Qué pena haber nacido pobre y tener tan poco mundo, leñe.