Crónicas de Gatobonzo

domingo, abril 30, 2006

Extrarradio para vivir. Ciudad para sufrir.

Cualquiera con un mínimo de inteligencia sabe que nacer en una buena familia adinerada mejora la calidad de vida. Del mismo modo, vivir una vida con dinero cambia la percepción de la realidad respecto a vivirla sin él.

Expliquemos esta teoría con un caso imaginario, el de María, que vive en Carabanchel.

María vive en Carabanchel, y entra a eso de las 7 en el Barrio de Salamanca. Su señora, la Sra. De Cotos, tiene que ir a trabajar y, como es manca (en sentido figurado) necesita que María le prepare al niño para dejarlo en el cole. A María le viene bien que “La Cotos” sea tan torpe, porque gracias a eso se saca unos euros, por supuesto en negro, y así ahorrar para un piso que le gustaría comprar cerca de su madre.

María tiene una hermana mayor, Carmen, casada y con dos niños. También trabaja, como “La Cotos”, pero en una oficina. Ella se las arregla sola para preparar por la mañana a las dos fieras, y su marido les deja en el cole. La abuela les recoge a medio día y les da de comer. Por la tarde se ocupa su abuelo, hasta cosa de las nueve que vuelve Carmen y su marido, dependiendo del tráfico.

Borjamari vive en el Barrio de Salamanca, con su padre y su madrastra, la Sra. Cotos, y un hermano pequeño fruto de este segundo matrimonio. Una mañana escucha a nuestra María, la chica que limpia en su casa, quejarse sobre los parquímetros. No entiende la queja porque total, para las horas que María está allí, con tres miserables euros tiene para aparcar. Borjamari tiene estudios, es ingeniero industrial por “icaí”, pero no se le ocurre calcular que 3 euros por 5 días, por 4 semanas son 60 euros, que es el 10% del sueldo de María, y casi un 20% de lo que la Sra. Cotos paga al mes por las casi cuatro horas diarias.

Lo mismo opina Borjamari de los 40 euros anuales de la tarjeta de residente. 40 euros es un valor simbólico. Lo curioso es que con esos mismos 40 euros, mucha gente como María se compra “simbólicamente” durante un mes un medio de transporte.

Seguramente Borjamari tiene de presupuesto, entre su MBA, su paga y el mantenimiento del coche, más que lo que gana María de sueldo.

Casos como este son tan inverosímiles...

domingo, abril 16, 2006

KING KONG... JON




Cuando hoy en día se hace un "remake" de una película antigua, se suele aportar unos mejores efectos especiales sobre la versión original. En algunos casos, las mejores tecnologías disponibles incluso permiten rodar escenas que no fueron posibles en su momento.

No me considero un purista, y no exijo ni adaptaciones fieles a los libros, ni versiones exactas a las originales. Lo único que pido es que, si se toma como base una película para hacer otra, que al menos el producto final sea bueno.

El caso de "King Kong" de Peter Jackson es un ejemplo sangrante de cagarla. ¡Vaya tres horas y pico que me dio! ¿Cómo puede ser aburrida una película de aventuras?

Me falla el guión por múltiples motivos. Escenas de diálogo entre actores, explicando acontecimientos pasados y que luego no llevan a nada más. Actores que aparentan ser imprescindibles en el desarrollo y que desaparecen de golpe. Largos minutos de detalle de acontecimientos irrelevantes, como los "Sanfermines" de los dinosaurios, frente a saltos insalvables, como el transporte de un monstruo de 30 metros en una "patera" que ellos llaman barco de vapor.

Y los cientos de marineros que van en el barco de vapor, ¿qué? ¿De dónde salen? Digo cientos por la cantidad de ellos que van muriendo, y la cantidad de ellos que salen en cada nueva escena. ¿Será que los crían en las bodegas?

Luego lo cortos que son los días. Pasas de estar a pleno sol, a caer la noche en lo que tarda la chica en huir de la puerta del "puticlú" y girar la esquina para robar una manzana. Debió ser un "nublao" que se sobrevino en el momento del rodaje.

Por otro lado, los personajes me resultaron poco creíbles. Al guionista que sale en la película prácticamente lo secuestran y él, al día siguiente, ya está escribiendo diálogos como si nada, sin mosqueo. Luego el capitán, arriesga a su tripulación en una isla desconocida para salva a la rubia.
Luego están los anacronismos e inconsistencias, como que el ayudante de sonido lleve gafas con montura al aire en 1930. ¡Qué adelantado a su tiempo! Y las ruinas de una civilización dentro de la isla llena de dinosaurios, ¿cómo pudo florecer una civilización en un entorno tan hostil? Evidentemente los dinosaurios no llegaron luego, que todos sabemos que son bichos antiguos. Y en las escenas finales, ¿no hay demasiados coches en las calles para estar en plena crisis del 29?

Sin olvidar la escena del gorila patinando en Central Park con la chica.

¡Vaya peli!. En fin, que no hay por donde cogerla.

miércoles, abril 05, 2006

¡¡¡ He hecho un test !!!

Pues en una página cualquier, he encontrado un test de esos y nada, que lo he rellenao a ver que decía.

Es como el horóscopo, pero aún más inútil. Cada vez me convenzo más de la inutilidad de los RRHH de las empresas.

Ahí va mi test.

martes, abril 04, 2006

No está de moda no ser ambicioso.

Todos sufrimos la herencia de tiempos pasados, en lo político, en lo laboral....

Desde los tiempos en que nuestros padres ansiaban que nosotros, sus hijos, nos formásemos para poder acceder a puestos mejores que ellos, apareció una presión del entorno que nos forzaba a aprender y a llegar lejos o, al menos, a aspirarlo. ¿Cuántos de nosotros, hijos de obreros, hemos sido los primeros titulados universitarios de toda la familia?

Durante el colegio y el instituto el miedo a salir del tren de la formación movió a muchos a seguir estudiando hasta la universidad. Sí, ese mismo miedo a ser denominado burro y terminar trabajado de gasolinero, o fontanero, que nos recordaban de vez en cuando.

¡Qué pena no haber suspendido siete y haber estudiado FP en lugar de BUP!

Herencia de todo aquel esfuerzo de nuestros padres y de su afán de superación es lo que actualmente se denomina desarrollo profesional. Tristemente se traduce en dedicarle cada vez más tiempo a la empresa, a cambio algo más dinero y de, por supuesto, mucha más responsabilidad.

Desgraciadamente no es una elección, sino una imposición de la estructura en su conjunto, tanto de jefes como de compañeros. Los jefes, porque mandan, y los compañeros, porque se subyugan. Es igual que las manifestaciones: o vamos todos o nos quedamos con el culo al aire.

Creo que voy a redactar mi currículum y, en la carta de presentación, voy a explicar que mis aspiraciones profesionales son el estancamiento y la rutina, el orden. Además, estoy dispuesto a renunciar a parte de mi sueldo a cambio de tiempo.

Sólo quiero tiempo para pasar con mi medio melón, aunque tengamos que cenar en casa en lugar de poder ir a un italiano. ¿De qué sirve poder viajar y conocer Turquía 5 días, si no tienes tiempo en los 360 restantes para nada ?

Hoy ha sido un mal día, pero creo que ha activado el motor para el inicio de otros muchos buenos.