Mira que eres "Antigua"
Afortunadamente a veces se me olvidan cosas que no debieran olvidárseme. Pero desgraciadamente a veces hay cosas que me las recuerdan.
Las cosas que se me olvidan son, por ejemplo, la intolerancia, el fanatismo político, la injusticia, la codicia humana, entre otros.
Las cosas que me lo hacen recordar son, por ejemplo, una compañera de trabajo con una frase como que "parece que ahora lo único que está de modo es ser maricón", o un militar en una ceremónia oficial recordando la capacidad del ejército de "imponer sus ideas por la fuerza".
Lo que no molesta, no se nota, y lo que no se nota es como si no exisistiese. Así es como se nos anestesia la conciencia.
Las cosas que nos recuerdan lo que debiera ser olvidado son las que lograrán, algún día, que podamos realmente olvidarlas.
Las cosas que se me olvidan son, por ejemplo, la intolerancia, el fanatismo político, la injusticia, la codicia humana, entre otros.
Las cosas que me lo hacen recordar son, por ejemplo, una compañera de trabajo con una frase como que "parece que ahora lo único que está de modo es ser maricón", o un militar en una ceremónia oficial recordando la capacidad del ejército de "imponer sus ideas por la fuerza".
Lo que no molesta, no se nota, y lo que no se nota es como si no exisistiese. Así es como se nos anestesia la conciencia.
Las cosas que nos recuerdan lo que debiera ser olvidado son las que lograrán, algún día, que podamos realmente olvidarlas.
3 comentarios:
Ay, amigo mío... me temo que todos hemos tenido que pasar por cosas así. En mi trabajo, las palabras "maricón", "invertido" o "vicioso" están a la orden del día, en boca de un puñado de dinosaurios y no tanto. También es muy normal que tu jefe sea un acólito del ABC o que crea que se vivía mejor en los tiempos de Franco. En todo caso, no nos queda más remedio que mordernos la lengua, pues al fin y al cabo el tiempo acabará, poco a poco, extinguiendo este tipo de ideologías.
Un abrazote, guapo!
De Unknown, A las martes, enero 10, 2006 9:27:00 a. m.
Pues yo creo que todo depende de en qué ámbitos te muevas, ya que dependiendo de eso, así será la fauna que te rodea.
En el mundo del espectáculo, la televisión, la era digital y tal, todo tipo de diseño, etc. Es decir, en profesiones donde entra en juego en primer término la creatividad en general, ser gay está bien visto (esto es así).
Sin embargo, en el mundo de la empresa gris, un mundo tradicional y chapado a la antigua, pues todo lo contrario.
De hecho, en el mundo de la empresa familiar, empresas muy conocidas en nuestro país y en el extranjero, el entramado se forma en muchos casos a partir de organizaciones religiosas con mucho poder. El resultado es una concepción muy tradicional del mundo, y la consecuencia evidente, el rechazo a lo tradicionalmente rechazado.
En mi opinión, lo lógico y lo ideal sería un término medio, es decir, la normalidad: "in medio est virtus". Pero en lugar de ello tendemos a crear círculos sociales de poder de distinto signo, que desembocan en luchas encarnizadas por la verdad y personas que se sienten orilladas en su propio entorno diario.
¿La solución?: la educación.
Un besote.
De Anónimo, A las martes, enero 24, 2006 9:56:00 a. m.
sabes a mi no me importa que seas gay, siento lo de tu compañera, quiza tuvo un desliz, o quiza es sencillamente tonta..un día malo lo tiene cualquiera..pero una cosa está clara, eres un ser genial chao
De Anónimo, A las miércoles, enero 25, 2006 10:28:00 p. m.
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